¡Margarita y su abuela ya pueden estar en tu hogar!

Una nueva forma de contar historias del pueblo afrochileno surgió desde Fundación Rescatando Sueños. Se trata de las muñequitas Margarita y Sísoli, las mismas que forman parte de la miniserie “Margarita, una niña afrochilena”.

Las bellas creaciones fueron confeccionadas en lana y algodón, con la técnica amigurumi, lo que les hace amigable para compartir parte de la historia y la memoria del pueblo afrodescendiente chileno, cuyos ancestros llegaron como esclavos hace siglos a las costas de lo que hoy es el norte de Chile.

Inspiradas en las muñecas Waldorf, ambas han sido concebidas para volverse una compañera muy cercana para las y los niños. En ellas, casi como si se tratara de una amiga, podrán encontrar con quien sentirse acompañados/as al experimentar distintas emociones: desde la alegría hasta la contención ante la tristeza.

La creadora de estas piezas que estarán a la venta en www.rescatandosuenos.cl es Iris Aravena, quien comenzó a tejer este tipo de muñequitos hace poco más de tres años por necesidad, ya que quería que una persona que conocía de la infancia le tejera un unicornio para regalar a una vecinita. Sin embargo, como no obtuvo una pronta respuesta optó por comenzar ella misma a tejer: compró pequeños ovillos de lana y un crochet en una librería cerca de su casa y buscó videos en redes sociales. “Luego, sin saber nada de tejer a crochet, iban saliendo muñequitos sencillos. A mis amigos y colegas de trabajo les gustaron, comenzaron a pedir para regalar y desde ahí no he parado”, comentó.

Amigurumi es una técnica que surgió en Japón y la palabra en sí es un acrónimo de dos términos de aquel territorio: ami, que significa tejido, y nuigurumi, muñeco de peluche.

“Los amigurumis son muy especiales, ya que son tejidos con mucho cariño, dedicación, tiempo y paciencia, ya que muchas veces toca tejer y destejer hasta alcanzar el diseño deseado”, comentó la artista, quien resalta que cada muñequita es diferente, aunque sea el mismo diseño. “A diferencia de los muñecos comprados de fábrica, creados por una máquina  en línea, quizás con lindas terminaciones, pero que no tienen la esencia del cariño y dedicación que  lleva  un amigurumi”, dijo.

Pero Iris no solo está creando a Margarita y Sísoli ahora. Ella fue quien elaboró cada uno de los muñecos que participan en las dos temporadas de la miniserie “Margarita, una niña afrodescendiente”. Esta experiencia para ella ha sido “muy linda. La verdad  no pensé nunca que iba participar en un proyecto tan bello, que enseña  a nuestros niños  sobre la  cultura afrochilena en una forma entretenida, llenando de conocimiento y valores”, explicó.

Comentó que la primera vez que  tejió a Margarita, inspirada en fotografías que le compartió la Directora de la Fundación y en imágenes que ella misma buscó de niñas afrochilenas “me enamoré de su esencia, su piel, sus rulitos. Fue un reto muy hermoso que me hace muy feliz.

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