Rescatando Sueños incorpora mediadora artística al equipo de gestión
Diplomada en Arteterapia, instructora de yoga y pedagoga teatral, Javiera Malo Rojas es la profesional que se ha sumado con entusiasmo y variada experiencia al Equipo de Gestión de Rescatando Sueños a partir de marzo.
La niñez y el enfoque en la educación biocéntrica, el arte, la memoria y el territorio, la motivaron a ser parte de la Fundación. “Entendiendo que estamos en un sistema educativo muy tradicional y excluyente de muchas formas de mirar la educación, este tipo de iniciativas ayuda a aportar semillas más novedosas, críticas y a la vez consientes velando por el bienestar integral de la niñez”, comentó quien tendrá como función ser la mediadora artística-cultural, y, a la vez, apoyar desde la gestión y la educación artística distintas iniciativas pedagógicas.
Fue el año pasado que Javiera conoció más a fondo el quehacer de Rescatando Sueños, tras haber sido parte del proyecto “Capacitaciones y mediaciones culturales para acercar y aprender de la cultura afrodescendiente en las escuelas públicas de Arica”, denominado Abayomi, financiado por el Gobierno Regional de Arica Parinacota y ejecutado por la Fundación junto a ONG Oro Negro.
Lo que más le ha llamado la atención de la Fundación son “los distintos medios expresivos en los que abarca la difusión de sus contenidos, como audiocuentos, miniseries, libros, obras de teatro, kamishibai, capacitaciones, logrando así que el contenido pueda llegar a distintas contextos y edades tomando en cuenta las diversas maneras que tiene la y el ser humano de comprender y sentir el conocimiento”, afirmó.
Sin duda, su valiosa experiencia son elementos valiosos con los que aporta al quehacer de la entidad, desde su sensibilidad, empatía y versatilidad, sumado a su formación, lo que le permite entregar “una mirada de la educación basada en las emociones y en la escucha profunda de uno/a misma, el aprendizaje basado en el juego y a la vez acompañar procesos desde las necesidades de las y los individuos”. Destacó además que su experiencia en la educación rural la ha ayudado “a comprender, en este caso al niño y a la niña, desde sus distintos contextos, potencialidades y memorias físicas, emocionales y espirituales”.
Analizando la realidad nacional, la experta opina que en la educación formal “falta darle más espacio e importancia a las diversas expresiones del arte, tomando en cuenta que cada niña, niño, niñe, son un universo de muchas potencialidades y actitudes distintas”. Es por lo mismo, agregó, que denota la falta de “espacios de experimentación, de juego y de no clasificar el quehacer artístico con una nota y/o promedio, sino verlo como un camino para la expresión del ser en todas sus fases, desde lo individual y también lo colectivo”.
Afirmó sentir que los establecimientos educacionales alejan a las personas del arte al obligarnos a verlo como un ‘’producto artístico’’ y no como un proceso donde se vislumbran sensaciones y emociones. “En ese sentido, me gustaría detenerme y precisar que en muchas escuelas rurales y periféricas no llegan ni obras de teatro, ni talleres de música ni tampoco danza por ejemplo, y es por esto que es necesario que el arte en las escuelas deje de ser estandarizado y centralizado como lo es hoy en día”, comentó.
Bajo su mirada, priorizaría el arte en cinco aspectos. “Arte para experimentar y jugar, arte para vislumbrar, entender y sanar emociones; arte para el autodesarrollo; arte comunitario y finalmente arte para profundizar en su contenido, teoría y práctica, en el caso de que exista alguna inclinación por algún lenguaje. Priorizando y preocupándonos de que esto llegue a distintas localidades y contextos”, reflexionó.
Elizabeth Gallegos Araya, Directora de la Fundación, expresó su alegría y agradecimiento por esta nueva incorporación, ya que la mediadora destaca por su profesionalismo, responsabilidad, así como su respeto y cariño hacia la niñez.