Visita nuestras redes sociales para más información

Entregan libro a uno de los colaboradores de “Huelga Larga del Carbón.1960”

Con emoción y alegría, Esteban Muñoz Carvajal recibió hace unos días un ejemplar del libro “Huelga Larga del Carbón. 1960”. Y no era para menos, ya que en aquella creación también va parte de su historia y de quienes colaboraron amablemente en la investigación de este libro, elaborado en formato pop up.

Elizabeth Gallegos, Directora de Fundación Rescatando Sueños, y Claudio Contreras, Antropólogo del equipo, fueron quienes llevaron a Muñoz, en Coronel, la obra que cuenta esta dura vivencia de quienes trabajaron en la cuenca del carbón exigiendo mejores condiciones laborales, iniciada el 17 de marzo y que se extendió por 96 días. Durante este tiempo, las mujeres se organizaron y crearon ollas comunes; sin embargo lo más complejo fue que debido a la falta de alimento muchos niños y niñas debieron ser trasladados a familias de acogidas en otras ciudades, algunas cercanas y otras incluso en Santiago y Valparaíso.

“De verdad yo me sentí muy emocionado y creo representar al resto de las personas que no lo han podido ver hasta el día de hoy”, afirmó.

Destacó también el formato en que el libro fue creado, ya que cada página se despliega en tres dimensiones para mostrar un momento de aquella historia. “Es bien didáctico Es decir, un niño lo ve y pregunta “a qué se debe cada imagen” y ahí uno tiene que interactuar con ellos, así que es un libro bastante maravilloso, referente a la historia actual, y además llamativo, porque no es un libro común donde uno tenga que estar leyendo o viendo alguna fotografía, sino que llama sumamente la atención su forma”, explicó.

Al momento de la huelga, en 1960, Muñoz tenía ocho años, y si bien no tuvo una vivencia tan compleja como otras familias, ese hito histórico está plasmado en su memoria y en su sentir. En su caso, el jefe de familia siguió trabajando “a escondidas”, para que no se rompiera la huelga y a la vez la mina continuara funcionando, ya que esta debía tener mantención permanente para que saliera el gas grisú y evacuar el agua que ingresaba por encontrarse bajo el mar. “A él le tocó trabajar en esa oportunidad, porque también dentro de la historia se cuenta que estaban los famosos “carneros”, que eran las personas que iban a trabajar a escondidas a la empresa para que siguiera funcionando. A ellos si se les pillaba se les cortaba una oreja, entonces tenía su lado negativo, pero era para que no se rompiera la huelga”, relató.

Él mismo recuerda que junto a sus seis hermanos no tuvieron tantas necesidades como otros niños y sus familias de la época que vivieron aquel lamentable proceso que culminó tras el terremoto, ya que la situación hacía insostenible mantener la movilización, logrando un reajuste del sueldo del 17 por ciento.

Escribir un comentario

El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.